El Violetismo es el dogma central del transhumanismo espiritual, con una base profundamente acuariana en su concepción y filosofía. Se presenta como un camino alternativo a las grandes tradiciones religiosas como el cristianismo, el judaísmo y el islam, proponiendo una nueva forma de conexión espiritual acorde a los tiempos modernos.
El nombre Violetismo proviene del color violeta, que representa la piedra amatista, conocida por ser la piedra por excelencia que transmuta la energía negativa en positiva. La mezcla del rojo (energía negativa) y azul (energía positiva) en el violeta simboliza ese paso fundamental de la transformación interior. La terminación “-ismo” alude al conjunto de ideas y creencias que conforman este dogma.
El Violetismo se fundamenta en tres pilares esenciales:
Adoración a la llama violeta: Esta llama simboliza el movimiento constante y la transformación, y está conectada con el espíritu santo de la divinidad. La llama violeta representa la fuerza transmutadora que convierte la energía negativa en positiva.
Promoción del acceso igualitario a bienes y servicios: El Violetismo impulsa un modelo basado en la abundancia, donde la circulación de bienes y servicios es libre y sin trabas, respetando siempre la libertad de acción, pensamiento y la propiedad privada. Esta visión busca superar la desigualdad desde un enfoque horizontal, reconociendo las diferencias individuales en sueños, metas y acciones.
Libre interpretación y práctica de la fe violetana: La fe violetana permite la manifestación libre de creencias y rituales dentro del marco del respeto a los dos puntos anteriores y a las leyes de cada país. Esto incluye la posibilidad de expresión a través de creencias, sectas, fundaciones u otras organizaciones que compartan estos principios. Los seguidores son llamados violetanos y violetanas.